Pasar al contenido principal

Una visión feminista e inclusiva para ayudar a resolver la crisis en Haití

 

Mylene Bordeleau

Program Officer, IDRC

La variada experiencia de nuestra programación en Haití indica que es importante que las voces de quienes tienen experiencia vivida desempeñen un rol clave en el desarrollo de soluciones a la crisis económica, política y humanitaria del país, a pesar de los desafíos logísticos y de seguridad que han persistido durante casi tres años. Además de estar sin presidente desde el asesinato de Jovenel Moïse en 2021, el país no ha celebrado elecciones legislativas ni generales desde el 2019, y ya no hay funcionarios electos públicamente con mandatos válidos en su lugar. Las instituciones judiciales y la fuerza policial nacional luchan por gobernar el país, que hoy en día se encuentra en gran parte bajo el control de las pandillas.

En medio de este vacío de poder, los actores locales se movilizan a diario para brindar a los haitianos los servicios básicos y el apoyo necesario. De hecho, es la sociedad civil la que está al centro de los esfuerzos para promover la solidaridad y superar las debilidades del Estado y el control de la violencia criminal. Pero este fenómeno no es nuevo en Haití. La sociedad civil ha encabezado algunas de las principales luchas por el desarrollo del país en los últimos 30 años, en particular para oponerse a la dictadura y la corrupción y promover la justicia social.

Un caudal de conocimiento local y feminista

Las organizaciones de derechos de las mujeres haitianas cuentan con un fuerte apoyo de base y se les reconoce una gran capacidad de influencia. Su proximidad a los grupos vulnerables y la agilidad de sus acciones les permiten brindar un apoyo eficaz frente a las crisis. De hecho, el movimiento de mujeres haitianas ha sido reconocido desde hace mucho tiempo como un importante motor de cambio positivo en el país. La primera organización de mujeres haitianas, la Ligue féminine d’action sociale, comenzó a funcionar en marzo de 1934 y rápidamente contribuyó a una mejor comprensión de las realidades que enfrentaban las mujeres haitianas, así como de la situación de los niños nacidos de padres solteros y las condiciones que experimentaban las mujeres de la clase trabajadora y los sectores rurales. Otro logro notable para las feministas fue el reconocimiento de los derechos civiles y políticos de las mujeres haitianas en 1950. A pesar de las décadas posteriores marcadas por dictaduras, terremotos, crisis sanitarias e inseguridad económica, el feminismo haitiano ha seguido exigiendo cambios y una mayor equidad.

Esta parte de la historia del país, aunque a menudo se pasa por alto, arroja luz sobre la influencia y la capacidad de los grupos de mujeres para movilizar a la población y promover la justicia social y la inclusión. El espacio documental Mouka, patrocinado por el IDRC, está diseñado para promover el conocimiento feminista haitiano sobre la violencia contra las mujeres, el trabajo doméstico remunerado y la salud materna. Este espacio documental brinda acceso a una amplia gama de materiales sobre género en Haití, que incluye la promoción de la literatura criolla. De esta manera, el proyecto ayuda a destacar las luchas y los avances hacia una mayor igualdad e ilustrar estrategias ganadoras de intervención y promoción para fortalecer el trabajo de las organizaciones de mujeres en Haití.

Fusionando el saber con el de la diáspora  

Un estudio exploratorio realizado por el Institut d’études internationales de Montréal (IEIM) ha confirmado la influencia potencial de las organizaciones de derechos de las mujeres y su capacidad para desarrollar soluciones a la crisis. El equipo de investigación del IEIM, formado por expertos canadienses y haitianos de la diáspora, ha podido determinar que estas organizaciones están profundamente comprometidas, son auténticas y capaces de intervenir a nivel local e internacional. 

Media
Martine St-Victor, Patrick Gilles, Chantal Ismé y Étienne Côté-Paluck en el evento “Mobiliser les acteurs locaux pour faire face à la crise de gouvernance en Haïti” [Movilización de actores locales para abordar la crisis de gobernanza en Haití]
Université du Québec à Montréal
Evento de presentación de informes y diálogo realizado por el Institut d’études internationales de Montréal el 17 de noviembre de 2023, en Montreal. Entre los oradores principales, tres miembros activos de la diáspora —Martine St-Victor de Edelman Montréal, Patrick Gilles de PG Stratégies y Chantal Ismé de Maison d’Haïti— respondieron a los hallazgos del estudio, junto con Étienne Côté-Paluck del colectivo haitiano Dèyè mòn enfo.

El IDRC también está financiando proyectos de investigación de acción coordinados por Laval University y el IEIM para ayudar a resolver la crisis. Estos esfuerzos implican asociaciones con universidades haitianas y organizaciones de la sociedad civil para identificar vías de participación ciudadana y desarrollar formas concretas de contribuir a la creación de un estado democrático. Dentro de los equipos de investigación, los roles clave en las entidades canadienses están ocupados por expertos haitianos en la diáspora. Esta estructura ayuda a poner en perspectiva las relaciones de poder inadecuadas y las desigualdades que tienen sus raíces en el pasado y el legado colonial. De este modo, los expertos haitianos aportan posibles soluciones para desmantelar las jerarquías tradicionales y ofrecen un liderazgo unificador para el necesario diálogo democrático.  

La cuestión de la “fuga de cerebros” se reconoce como un obstáculo importante para aprovechar el potencial de Haití. Pero también es posible considerarlo como una circulación fluida de cerebros. La diáspora haitiana es el motor de numerosos proyectos importantes en suelo haitiano, ya sea en el diseño de programas de formación (pensemos, por ejemplo, en el Institut des sciences, des technologies et des études avancées d’Haïti o en el desarrollo de proyectos emblemáticos como los que dirige la KANPE Foundation. En el caso de las actividades de investigación, esta fusión de conocimientos, que combina la experiencia local con el conocimiento científico y metodológico, proporciona una riqueza de aprendizaje mutuo.  

La contribución del conocimiento en tiempos de crisis  

La situación humanitaria y de seguridad en Haití sigue siendo preocupante, aunque ya se ha constituido un Consejo Presidencial de Transición. Su tarea de restablecer la seguridad, facilitar el retorno al estado de derecho y garantizar la celebración de elecciones libres y democráticas antes de agosto del 2025 parece difícil y compleja. El hecho de que sólo uno de los nueve miembros del Consejo Presidencial de Transición sea una mujer no hace justicia a las valiosas contribuciones que han hecho las mujeres al desarrollo del país. Este grave descuido también corre el riesgo de enterrar las reivindicaciones de las mujeres y de hacer retroceder ciertos derechos relacionados con la igualdad, la autonomía y la justicia social. A medida que la población percibe que los esfuerzos de transición política están dirigidos por la élite, parece que estos esfuerzos sólo se considerarán legítimos si participan mujeres.  

Las nuevas inversiones del IDRC en el país se basan en nuestra experiencia de larga data y en nuestras intervenciones en numerosos países que están en transición de la guerra a la paz, de la dictadura a la democracia y de las economías cerradas a las economías de mercado. Estas inversiones reflejan nuestra confianza en apoyar a las organizaciones de mujeres haitianas y a la sociedad civil, en colaboración con la diáspora, para que puedan crear los espacios necesarios de consulta y diálogo y conducir al país hacia una gobernanza democrática e inclusiva.