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Acción Climática efectiva: por qué la biodiversidad es tan importante

 

Lowine Hill

Program Management Officer

La biodiversidad y los ecosistemas ofrecen bienes y servicios esenciales para la sociedad, tales como alimentos y medicinas, y son fundamentales en numerosas actividades económicas, en particular las relacionadas con los cultivos, la ganadería, la agricultura, la silvicultura y la pesca. Existe un consenso general acerca de que los ecosistemas, así como los bienes y servicios que estos ofrecen, están gravemente amenazados por la actividad humana y por el cambio climático. Es probable que el cambio climático se convierta en una de las principales causas de la pérdida de la biodiversidad (PDF, 13 735 kB); por lo tanto, conservar y administrar de manera sostenible los ecosistemas y su biodiversidad es crucial para abordar los riesgos asociados al clima.

Biodiversidad y cambio climático

La biodiversidad incluye la diversidad dentro de una especie, entre especies y la de los ecosistemas; por lo tanto, los cambios en la biodiversidad también afectan la variedad de los bienes y servicios de los ecosistemas que son posibles gracias a la biodiversidad. Estos servicios son numerosos e incluyen el suministro de alimentos, medicinas y materias primas que constituyen la base de los medios de subsistencia, así como la diversidad genética y la polinización que respaldan la producción agrícola.

Los numerosos componentes del cambio climático afectan a todos los niveles de la biodiversidad: las personas, las poblaciones, el estado físico general de las especies, la composición, la ubicación, las redes ecológicas, el funcionamiento de los ecosistemas y la resiliencia. Es de especial preocupación que el cambio climático cause un «punto crítico» en los ecosistemas y que lleve a modificaciones irreversibles en sus estados y funcionamientos. Algunas de estas modificaciones ya son evidentes en los cambios observados en la distribución de las especies, en la gran frecuencia de episodios de decoloración de corales y en la propagación de enfermedades (PDF, 269 kB).

Planificación para una acción climática transformadora desde un enfoque de sistema socioecológico

Parece evidente que la sociedad y los ecosistemas están estrechamente vinculados mediante sistemas socioecológicos. Una mayor comprensión de la relación entre los ecosistemas y las comunidades que dependen de ellos puede mejorar la resiliencia de ambos. El vínculo entre resiliencia ecológica y social en torno al cambio climático varía en función de la dependencia de la comunidad, en su búsqueda de alimentos y sustento, de los ecosistemas. Esta dependencia de los recursos describe la relación entre la estabilidad de la comunidad y los sistemas de recursos naturales. En consecuencia, el tratamiento eficaz de las amenazas relacionadas con el clima implica estrategias holísticas e integradas de gestión de recursos que tengan en cuenta la conservación de la biodiversidad, el cuidado de los ecosistemas y las necesidades de la población.

Transformación a partir de sistemas socioecológicos

El análisis de los sistemas socioecológicos con vistas a la adaptación al cambio climático exige un marco que reconozca las amenazas sociales y ecológicas más importantes, analice las estructuras de gobernanza existentes e institucionalice una nueva trayectoria para establecer el cambio. Esto fue reconocido en el Plan Estratégico para la Diversidad Biológica 2011-2020 y en las Metas para la Diversidad Biológica de Aichi, que se adoptaron en virtud del Convenio sobre la Diversidad Biológica. Estas metas fueron reconocidas porque establecen un marco global para las acciones prioritarias en cuanto a la biodiversidad. Los ecosistemas y la biodiversidad ocupan un lugar destacado en muchos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y en las metas asociadas (PDF, 6 537 kB); asimismo, las metas de Aichi se corresponden con los ODS de muchas maneras.

La acción climática eficaz exige estrategias integrales y bien planificadas que incluyan los determinantes de la resiliencia social (la capacidad de los grupos y de las comunidades para afrontar las presiones y los conflictos externos que emanan de los cambios sociales, políticos y medioambientales) y los elementos de la resiliencia del ecosistema (la salud del ecosistema, las especies clave y el estado de la biodiversidad).

A medida que la población crezca y el desarrollo económico se acelere, será importante que el IDRC y otros investigadores aumenten las inversiones en investigaciones sobre los vínculos entre la adaptación al cambio climático, la conservación de la biodiversidad y el desarrollo equitativo; pero que también apoyen a comunidades dependientes de recursos, en particular a las mujeres, las minorías étnicas, los pueblos indígenas y los pobres, y que faciliten y permitan acciones locales e in situ para aumentar la resiliencia climática de los sistemas socioecológicos.

¿Cómo puede ayudar la conservación de la biodiversidad en la adaptación al cambio climático?

En el proyecto «Fortalecimiento de las capacidades de adaptación social y ecológica al cambio climático en la cuenca hidrográfica del Orotoy, Colombia», los científicos observaron los vínculos entre la biodiversidad, los servicios de los ecosistemas hidrológicos y los medios de subsistencia de los pueblos rurales que residen en la cuenca del Orotoy. Asimismo, analizaron cómo el clima futuro y los escenarios de cambio del uso del suelo podrían afectar la disponibilidad y el uso del agua, y también cómo los esquemas de gobernanza actuales sobre recursos hídricos se tendrán que ajustar. De manera más específica, el proyecto identificó el impacto de los cambios sociales y ecológicos sobre los servicios de los ecosistemas hídricos en la cuenca del Orotoy, creó mapas de vulnerabilidad climática e identificó las áreas de importancia crítica para la regulación hidrológica, la gobernanza del agua y la conservación de la biodiversidad; identificó estrategias de adaptación relevantes para la zona y desarrolló un plan colaborativo de adaptación para la cuenca del Orotoy.

Como resultado, el proyecto logró destacar la necesidad de la conservación eficaz del ecosistema para alcanzar un desarrollo que sea resiliente al clima. En debates sobre políticas nacionales se utilizó un documento estratégico, el cual se adoptó en la política nacional para el cambio climático. El proyecto también generó espacios de diálogo que contribuyen a la acción medioambiental transformadora y a la resolución de conflictos locales, así como a la promoción de mejores capacidades de adaptación social y ecológica al cambio climático. Esto ha ayudado a consolidar sistemas de gobernanza del agua eficaces y equitativos, a mejorar las capacidades sociales y ecológicas de adaptación al cambio climático y a transformar de manera positiva la comunidad local frente a conflictos medioambientales.

Lowine Hill es la oficial de gestión de programa del Programa para el Cambio Climático del IDRC.