Adalberto Martínez tiene un sueño desde hace años: cultivar frutas y verduras. Pero existen muchos obstáculos: la imposibilidad de importar pesticidas a causa del embargo estadounidense, la escasez de gasolina, la inexistencia de pozos y maquinaria agrícola y, sobre todo, las cada vez más imprevisibles precipitaciones.
En su lugar, el ingeniero agrónomo ha sembrado plantas de áloe en las cuatro hectáreas que ara. "Esta planta requiere muy poca agua y es muy solicitada en la industria farmacéutica. ¡Pero no sirve para alimentar a los cubanos! El cambio climático está complicando la vida de los agricultores. En la estación seca, acabamos con inundaciones que echan a perder nuestras cosechas, y en plena estación de lluvias, sufrimos grandes sequías", explica el Sr. Martínez, que forma parte de una cooperativa de 500 agricultores de la provincia de Matanzas, una de las regiones más afectadas por las recientes sequías en Cuba.
Pero este año, Adalberto Martínez decidió arriesgarse sembrando habichuelas negras junto a sus enormes áloes, muy populares entre los lugareños. La escasez de esta leguminosa es habitual en la isla debido a la baja producción nacional. Asume este riesgo porque participa en un proyecto piloto del Instituto de Meteorología de Cuba (INSMET). "Gracias al boletín de precipitaciones que recibo en mi teléfono celular desde hace un año, ¡sé con tres meses de antelación cuánto lloverá cada día en mis tierras! afirma con una sonrisa. Normalmente cosecharía las habichuelas negras sembradas esta primavera en diciembre, al final de la temporada de lluvias. Pero si este verano veo que habrá varios días sin lluvia a finales de noviembre, y que es probable que esto afecte mis plantas, tendré varias semanas para encontrar gasolina y un tractor para cosechar mis productos antes de esta sequía. ¡Es algo que lo cambia todo! "
Financiado por el Centro Internacional de Investigaciones para el Desarrollo (IDRC) de Canadá, el proyecto Construyendo Resiliencia a la Sequía en Cuba o SIN-Sequía ha sido dirigido durante casi dos años por científicos del INSMET en colaboración con universidades cubanas y el Centro del Agua del Trópico Húmedo para América Latina y el Caribe. "Utilizamos una gran cantidad de sistemas informáticos para pronosticar las precipitaciones diarias con una antelación de 15 días, un mes o incluso seis meses, con una resolución espacial de 1 kilómetro", explica Arnoldo Bezanilla, investigador del Centro de Física Atmosférica del INSMET. Esto ofrece a los agricultores, así como a las autoridades y a la industria turística, varios meses para prepararse. Es algo que ya se hace en Europa y Estados Unidos, pero es nuevo en América Latina ".
El responsable del proyecto SIN-Sequía explica que estos pronósticos meteorológicos a largo plazo son procesados posteriormente por el Centro Meteorológico de Cuba para su divulgación y distribución. "En particular, nuestros datos alimentan los índices de sequía e incendios y las alertas de tormentas tropicales del gobierno, así como los boletines del Centro Meteorológico del INSMET en una plataforma web ".
Niliám Fernández Rosado, subdirectora técnica del Centro Meteorológico Provincial de Matanzas, señala que se han desarrollado otros formatos informativos para llegar al mayor número de personas posible. "Los agricultores nos han pedido que les enviemos nuestros pronósticos por WhatsApp, porque tienen un acceso más fácil a los datos del celular que a una computadora conectada a Internet. Estos mensajes también sirven como prueba para sus aseguradoras de que tienen derecho a una indemnización cuando sus cosechas se arruinan por precipitaciones anómalas ".
Con el fin de identificar las necesidades de información y datos de las poblaciones más vulnerables, como las mujeres y los ancianos, actualmente se están realizando entrevistas de campo en los municipios de Ciego de Ávila y Matanzas, dos provincias donde los sectores agrícola y turístico se han visto expecialmente afectados por las sequías de los últimos años.
Leer el futuro
¿Cómo se genera un pronóstico de precipitaciones de alta resolución con meses de anticipación? Necesitamos utilizar una gran cantidad de datos que describan el estado de la atmósfera y el ciclo hidrológico en la zona estudiada. "Lo primero que hicimos fue crear una base de datos nacional con toda la información registrada desde 1961 en nuestras 630 estaciones meteorológicas. No fue fácil, porque los datos estaban dispersos por todo el país y a veces en formato de papel", explica Abel Centella, el investigador del INSMET que llevó a cabo el trabajo.
Maibys Sierra Lorenzo, matemática del INSMET, explica que la inteligencia artificial (IA) ha permitido mejorar la nueva base de datos. "Como cubrimos todo el país, existían zonas en las que no había observaciones directas y, a veces, las mediciones por satélite o radar no eran lo suficientemente numerosas o precisas como para sernos útiles. Gracias a la IA, hemos podido cruzar más datos para compensar esas brechas de información y hacer que la cuadrícula en su conjunto sea más precisa ".
A continuación, estos nuevos datos y otra gran cantidad de información, procedente sobre todo de bases de datos internacionales, son procesados por modelos numéricos de predicción meteorológica y climática, es decir, programas informáticos que llevan a cabo complejos cálculos para transponer los datos a una cuadrícula tridimensional. Al igual que con una cámara digital, cuantos más píxeles haya, más nítida será la imagen. Para elaborar un pronóstico de alta definición, es necesario descomponer la atmósfera en el mayor número posible de píxeles; es decir, pequeños cubos con lados de entre 1 y 10 km, lo que requiere máquinas muy potentes y estables.
"Durante la pandemia, surgieron nuevos programas informáticos basados en IA en Europa y Estados Unidos. Decidimos incorporarlos a nuestra investigación para que las cuadrículas producidas por los modelos actuales sean aún más precisas. La ventaja es que estos modelos, que utilizan la IA, no requieren computadoras tan potentes como los programas informáticos estándar", señala Maibys Sierra Lorenzo.
Este trabajo nos ha permitido crear pronósticos muy precisos con un mes de anticipación", señala Arnoldo Bezanilla. "Desde abril de 2022, ofrecemos pronósticos diarios de precipitaciones para el mes siguiente. Una vez transcurrido el mes, tomamos las observaciones reales y las comparamos con nuestros pronósticos. Por el momento, tenemos una tasa de precisión del 70 %, pero aspiramos a llegar a un 80 % o más ".
Maibys Sierra Lorenzo está convencida de que estos modelos pueden utilizarse en otros lugares más allá de Cuba. "Hay interés por parte de varios países de la región. Lo importante para nosotros es que los datos sean accesibles a todo el público de forma gratuita ".
Foto de apertura: Adalberto Martínez, ingeniero agrónomo, cultiva áloe en Jovellanos, en la provincia de Matanzas. Crédito: Nancy Caouette
El programa descrito en este artículo y la elaboración de este informe han sido posibles gracias al apoyo del Centro Internacional de Investigaciones para el Desarrollo de Canadá.
La versión original de este artículo en francés fue publicada en la edición de marzo de 2024 de la revista Québec Science.