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Teresa Comparini siempre defendió apasionadamente la vida sana y la nutrición. En 2010, convirtió su pasión en un negocio al abrir Terrium, una empresa chilena que vende deliciosas golosinas orgánicas y sin azúcar. Esta nutricionista comprometida socialmente no se detuvo allí, sino que convirtió a Terrium en una “empresa B”, también conocida como “B Corp”.

Las empresas B, que cuentan con certificación de B Lab, son empresas con fines de lucro que utilizan los negocios para resolver problemas sociales y ambientales. B Lab cuenta con el apoyo de Sistema B, un organismo sin fines de lucro financiado por el IDRC, que está liderando un nuevo movimiento de empresas B y una comunidad de emprendedores sociales en América Latina.

Terrium no solo genera productos ambientalmente sostenibles, sino que también la empresa se organiza en torno a las necesidades de las mujeres locales y sus familias. Teresa contrató a unas mujeres que viven cerca de la planta de producción para reducir la distancia entre el trabajo y sus hogares, y creó un modelo de empresa que compagina los horarios de trabajo diarios y las vacaciones, con los calendarios escolares.

El proyecto de investigación El trabajo de las mujeres en cifras , financiado por el IDRC, descubrió que la cantidad de tiempo que pasan mujeres y niñas trabajando en el mercado laboral y en el hogar excede, por lo general, al tiempo que destinan los hombres y niños a las mismas actividades. Las mujeres y niñas asumen, además, una gran carga, ya que cuidan a sus abuelos, padres, hijos y nietos. La flexibilidad del modelo de Teresa es importante porque ayuda a reducir la carga del cuidado del hogar, a la vez que brinda a las mujeres oportunidades económicas decentes.

Las empresas sociales, como la de Teresa, están cambiando nuestra manera de entender los negocios y la distribución de beneficios.

Nuestro enfoque constituye una invitación a abrir nuestros mapas mentales, ampliar los límites de lo posible en nuestras mentes y construir una nueva economía en la que las oportunidades económicas ofrezcan bienestar a las mujeres y a sus familias, y no vayan en detrimento de la vida. La política pública se enfoca en la creación de oportunidades económicas para las mujeres, pero no tiene en cuenta que el 40 % de los hogares son monoparentales. Imaginemos qué ocurriría si la política pública apoyara la creación de empleos en función de las necesidades reales de las mujeres y sus familias.

María Emilia Correa, directora de Sistema B

El IDRC apoya investigaciones sobre modelos de negocio inclusivos, que persiguen objetivos sociales y ambientales además de metas económicas.

En colaboración con Sistema B, el IDRC también ayuda a Academia B a desarrollar una agenda de investigación sobre el potencial de estas empresas de favorecer el liderazgo empresarial de las mujeres y generar oportunidades de crecimiento económico para mujeres y jóvenes marginados.

Las B Corps de distintas partes del mundo están demostrando que este nuevo modelo de negocio es viable en la economía moderna. La definición de éxito se extiende para incluir la capacidad de satisfacer las necesidades de las personas, darles una mejor calidad de vida y ofrecerles un trabajo decente.

La diferencia radica en que el modelo de negocio se organiza en torno a la noción de contribución al bienestar social como un objetivo principal, más allá del rendimiento financiero. Algunas B Corps como Crepes & Waffles, la mayor cadena de restaurantes de Colombia, ofrecen oportunidades a las madres solteras; Maravil ofrece trabajo e ingresos a mujeres que no pueden salir de sus hogares, y Paloma & Angostura ofrece empleos a antiguas combatientes de la guerrilla en Colombia.

El modelo de B Corps muestra que las corporaciones pueden hacer el bien y, a la vez, obtener buenos resultados financieros. O bien, como dirían los miembros de este “movimiento”, se trata de corporaciones que “generan vida”. Actualmente, existe una comunidad de más de 1600 B Corps certificadas, en 42 países, y más de 120 industrias que están trabajando juntas para crear un nuevo sistema de empresariado socialmente consciente.

Crédito de la imagen superior: Maria Fleischmann / World Bank