Pasar al contenido principal
 
Media
Sembrando el futuro

Para millones de personas que producen alimentos a pequeña escala en todo el mundo, ganarse la vida no es una tarea fácil. 

Sea en el área agrícola o empresarial, estas personas no solo deben hacer frente a los desafíos del cambio climático, la escasez de recursos y los mercados volátiles, sino que también enfrentan barreras sociales y económicas que limitan su potencial. 

El IDRC está apoyando innovaciones que marcan la diferencia al equipar a las agricultoras, los agricultores y y demás personas productoras de alimentos con herramientas para mejorar la productividad, aliviar la carga de trabajo, reducir los riesgos para la salud, proteger el medio ambiente y asegurar ingresos sostenibles.

En Benín, el Sudeste Asiático y Argelia, iniciativas innovadoras están empoderando a los productores, en particular a las mujeres, al introducir prácticas ecológicas y modelos comerciales sostenibles. Estas historias reflejan un objetivo compartido: ayudar a quienes producen alimentos a mejorar sus condiciones de vida y sus ingresos, así como los de sus comunidades.

 

Nuevas cocinas protegen los manglares y empoderan a las mujeres en Benín

En los manglares del sudoeste de Benín, la vida se desarrolla a un ritmo determinado por la naturaleza y la necesidad. Mujeres como Mawulawe Kombete y Vivienne Lainsou, de la ciudad de Ouidah, alguna vez pasaron largas horas recolectando leña de los manglares y trabajando en medio de un humo denso para producir sal a partir de depósitos salinos de marea baja y para ahumar pescado. Estos métodos tradicionales consumían su tiempo y su salud, limitaban sus ingresos y oportunidades, al tiempo que agotaban el sobreexplotado manglar ubicado en el Sitio Ramsar 1017, un humedal protegido internacionalmente. 

Gracias al diseño comunitario de una cocina apoyado por el IDRC, el sol y los desechos agrícolas han reemplazado la leña como fuente energética para la producción de sal y el ahumado del pescado en 20 aldeas cerca de Ouidah. Este cambio está mejorando el bienestar, preservando los manglares, necesarios para proteger la vida marina, y abriendo puertas para el crecimiento económico.

La dificultad de cocinar la sal se ha reducido enormemente. Esto es algo muy bueno, una bendición y una oportunidad inesperada para nosotros.
Media
Mawulawe Kombete
Elie Antoine Padonou/Université d'Abomey Calavi

Para Kombete y las muchas mujeres que pasaron a usar las cocinas híbridas, el cambio es transformador. Liberadas de la necesidad de recolectar leña, las mujeres ahora recuperan horas preciosas para invertirlas como deseen: en pequeños negocios, en la vida familiar y en el cuidado personal. Estas cocinas no solo alivian su carga de trabajo diaria, sino que también les brindan nuevas oportunidades para ganarse la vida y sustentar a sus familias y su futuro.

Elie Antoine Padonou, investigador del Laboratoire d’écologie appliquée de la Université d’Abomey-Calavi en Benin, explicó que para producir sal, las mujeres hacen pasar agua por la arena y luego evaporan la salmuera utilizando las cocinas a alta temperatura. 

Con las cocinas tradicionales, las mujeres podían tardar cuatro horas en preparar una tanda, comenzaban muy temprano en la mañana para preparar hasta tres tandas al día, agregó Padonou. Con esta innovación, pueden producir cuatro lotes.

Media
A before and after photo of old stoves and new solar-powered stoves
Elie Antoine Padonou/Université d'Abomey Calavi
Diseñadas con aportes de la comunidad, las nuevas estufas permiten a las mujeres producir sal más rápido y más fácilmente que el método tradicional con leña, al tiempo que preservan los bosques de manglares.

La investigación también incluyó el desarrollo de técnicas de compostaje para cultivar vegetales sin químicos. El compostaje reduce la contaminación del agua y preserva el hábitat de los peces, al mismo tiempo que reduce los costos de los fertilizantes y aumenta la provisión de alimentos para el hogar. Es un modelo de sustentación en el que convergen la energía, la agricultura, la pesca y las oportunidades económicas.

Las innovaciones también desafían las normas de género. Kombete, Lainsou y otras pasan a ser consideradas líderes que están transformando las economías locales e inspirando un cambio cultural.

“Este proyecto ha sido un gran paso adelante para el empoderamiento de las mujeres y el cuidado del medio ambiente”, dijo Padonou. El tiempo que se ahorra con la nueva tecnología permite a las mujeres realizar actividades valiosas, tales como expandir las ventas de sal y explorar oportunidades comerciales en el ecoturismo.

Media
Remote video URL

Para saber más, vea este vídeo producido por la Université d'Abomey-Calavi (en francés).

Mujeres agricultoras que trabajan por un futuro con bajas emisiones de carbono

Mientras el sol salía sobre los exuberantes campos de maíz de Filipinas, Francisca Somejo Rimalos, de 65 años, cuidaba sus cultivos con la sabiduría de cinco décadas de experiencia agrícola. Incluso después de todos estos años, los ojos de Rimalos brillaban con la emoción de los nuevos conocimientos adquiridos en un programa de capacitación que había completado recientemente. 

Ya estaba practicando algunos de los métodos en mi finca, pero durante la capacitación me di cuenta de que todavía había cosas que no sabía. No aprendimos solo una, dos, tres o cinco habilidades nuevas, sino que recibimos una capacitación integral que realmente puede ayudarnos.
Media
Francisca Somejo Rimalos
Philippines Partnership for Sustainable Agriculture

Rimalos es una de las 32 mujeres productoras de maíz que completaron esta capacitación innovadora, un componente de un esfuerzo más amplio para impulsar un cambio transformador en la agricultura mediante el empoderamiento de las mujeres agricultoras en todo el sudeste asiático. Apoyada por el IDRC y liderada por el consorcio Grow Asia y sus asociaciones nacionales, la investigación aborda los desafíos críticos que enfrenta el sector agrícola de la región, desde la deforestación hasta las emisiones de gases de efecto invernadero.

Con aproximadamente 70 millones de establecimientos agrícolas pequeños, la agricultura del sudeste asiático tiene un inmenso potencial para combatir la pobreza y realizar la transición a una economía baja en carbono.

“La agricultura contribuye con más del 30% de las emisiones de gases de efecto invernadero en el Sudeste Asiático, pero estos sectores también tienen potencial como importantes sumideros de carbono”, dijo Chrissa (Borj) Borja, directora de programas de Grow Asia. “Nuestro trabajo apoya prácticas climáticamente inteligentes que amplifican este potencial, específicamente a través del empoderamiento de las mujeres agricultoras”.

La agricultura también es clave para promover medios de vida sostenibles para las mujeres, que representan el 32% de la fuerza laboral agrícola en los principales estados miembro exportadores de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN, por sus siglas en inglés). 

El enfoque de Grow Asia es multifacético y se centra en la introducción de tecnologías climáticamente inteligentes, la reducción de las disparidades de género y el fomento de la colaboración con el sector privado. 

El alcance se extiende más allá de los agricultores y agricultoras individuales al generar un cambio sistémico. En Camboya, el equipo de investigación introdujo sistemas de riego por goteo que benefician a comunidades enteras que viven de la producción de hortalizas. En Filipinas, el equipo utilizó un modelo de formación de formadores para impartir conocimientos especializados sobre gestión de plagas y agricultura sostenible a mujeres líderes en la producción de maíz. Mujeres como Rimalos se convierten en embajadoras del cambio y comparten sus conocimientos con otras personas de sus comunidades.

Media
Las mujeres productoras de maíz, entre ellas Francisca Somejo Rimalos (fila inferior, segunda desde la izquierda), aprendieron a utilizar y promover prácticas agrícolas climáticamente inteligentes. 
Philippines Partnership for Sustainable Agriculture
Las mujeres productoras de maíz, entre ellas Francisca Somejo Rimalos (fila inferior, segunda desde la izquierda), aprendieron a utilizar y promover prácticas agrícolas climáticamente inteligentes. 

Lacina Diarra, oficial de programas del IDRC, destaca la importancia de contar con herramientas climáticamente inteligentes asequibles: "El proyecto ha demostrado que cuando las mujeres agricultoras tienen acceso a estas tecnologías, pueden aumentar los rendimientos y reducir las emisiones, lo que contribuye a la seguridad alimentaria".

El éxito de estas innovaciones allana el camino para extender su uso a todos los países de la ASEAN y más allá. Los resultados de la investigación también servirán de base para futuras iniciativas para personas que cultivan otros productos como café y frijoles, en consonancia con el objetivo más amplio de la ASEAN de fomentar una economía baja en carbono liderada por mujeres agricultoras empoderadas.

Media
Remote video URL

Aumentando la productividad alimentaria en Argelia de forma natural

En Biskra, una región semiárida del norte de Argelia, Houaria Boudia ha adoptado con entusiasmo un nuevo producto agrícola basado en la relación mutuamente beneficiosa entre los hongos y las plantas. 

Boudia es una de los casi 5.000 pequeños agricultores y agricultoras de Biskra que se enfrentan a las duras realidades de la sequía, la degradación del suelo y el aumento de los precios de los fertilizantes químicos. 

Cuando me trajeron este producto y me pidieron que lo probara, lo utilicé en mis olivos. Los resultados fueron sorprendentes. Hizo que los árboles fueran más fuertes y dio más vida a las hojas.
Media
Houaria Boudia, an olive farmer in Biskra, Algeria
CÉPROCQ and Université de Blida 1

Alentada por su éxito, Boudia comenzó a visitar a sus vecinos, compartir su experiencia y animarlos a probar esta micorriza nativa. Ellos también vieron resultados impresionantes. Los ensayos con casi 200 agricultores dieron como resultado aumentos de rendimiento de entre el 32% y el 55% en cultivos como aceitunas, ajo, tomates, patatas y judías, utilizando menos agua que en los campos de control habituales.

“Los agricultores normalmente necesitan ver resultados antes de estar dispuestos a probar algo diferente”, dijo Wissam Ait Ouamer, investigador asociado de la Université de Blida 1, Argelia, quien solicitó la ayuda de Boudia. “Su influencia nos abrió puertas en la comunidad”.

La investigación detrás de esta bioinnovación fue dirigida por el Centre d’études des procédés chimiques du Quebec (CÉPROCQ), Collège de Maisonneuve, Canadá, en colaboración con la Université de Blida 1. El equipo apoyado por el IDRC aisló y multiplicó varias micorrizas locales que se encuentran en diferentes tipos de suelos argelinos. Las ensayaron en el laboratorio y luego en los campos de los agricultores.

“La micorriza se adhiere a las raíces, se dobla y se extiende, lo que permite a las plantas buscar aguas profundas y nutrientes escasos”, dijo Yacine Boumghar, exdirector de CÉPROCQ. 

Trabajar con micorrizas ofrece muchas ventajas económicas, sanitarias y ambientales. Los agricultores y productoras ahorran en fertilizantes químicos, que pueden contaminar el agua y causar problemas de salud tales como alergias. Y los mayores rendimientos generan más ingresos.

El microbiólogo Hicham Messaoudi trabajó con el Ministerio de Agricultura de Argelia para que la micorriza del equipo fuera aprobada y puesta a disposición del sector privado para garantizar que los beneficios de esta bioinnovación lleguen a los agricultores a escala nacional.

Empresas emergentes tales como PLANTAbiotek y Alitech están a punto de comenzar a ofrecer el producto y deberían desempeñar un rol importante en la producción y comercialización de las micorrizas. 

A medida que el impacto de esta investigación continúa creciendo, respalda los esfuerzos de Argelia por alinearse con los objetivos globales de clima y seguridad alimentaria. Agricultores como Boudia, con su apertura y espíritu comunitario, están ayudando a liderar el camino, demostrando que es posible una agricultura sostenible y más rentable en Argelia.

Media
Remote video URL

Empoderando a quienes producen, asegurando el futuro

Ya sea en los manglares de Benín, en las granjas del sudeste asiático o en los campos de Argelia, estos ejemplos muestran cómo las innovaciones prácticas, combinadas con políticas inclusivas, pueden permitir a quienes producen a pequeña escala proteger el medio ambiente, mejorar la seguridad alimentaria y garantizar ingresos estables y condiciones de trabajo decentes. 

Con una colaboración e inversión continuas, los pequeños productores y productoras seguirán siendo esenciales en la construcción de un futuro sostenible y próspero para sus comunidades.

 
ⓘ Créditos fotográficos   
Rotador 1: Elie Antoine Padonou/Université d'Abomey Calavi | Liberadas de la necesidad de recolectar leña y cuidar estufas de leña, las mujeres productoras de sal en Ouidah, Benin, han recuperado horas preciosas para invertir en pequeñas empresas, vida familiar y cuidado personal.   
Rotador 2: Maria Carolina Rodriguez Bello Dawonlay/Philippines Partnership for Sustainable Agriculture| Jocelyn Dawonlay es una investigadora local y agricultora de maíz en Impasugong, Filipinas.   
Rotador 3: CÉPROCQ y Université de Blida 1| Un agricultor de Biskra, Argelia, examina sus plantas de pimiento, cultivadas con la ayuda de hongos micorrízicos.